De diva a tapadera.

De diva a tapadera.

De diva a tapadera. 1680 762 estadosdelinconsciente

Dos años y un par de aquelarres después, llegué al estreno de La sirenita. Estábamos en la taquilla con el discurso pactado y consensuado, la polémica ya se había quedado muy atrás. No se trataba de hacer otro análisis sobre la adaptación de la película, se trataba de hacer un viaje en el tiempo y disfrutarla en pantalla grande como las niñas que habíamos sido.

Escogí la última proyección para huir del griterío. De las criaturas, vamos. Yo pretendía cantar todos los temas como lo había hecho cada fin de semana del 89 poniendo a prueba el VHS de mis abuelos. Play, rebobina, stop. Play, rebobina, stop. Play, rebobina, stop.

Las palomitas, y mi corazón, temblaban al filo del precipicio. Los asientos eran para consumidores de lo cómodo. Le di al botón para subir las piernas en plan vacaciones. Las volví a bajar. Aquello era demasiado serio y como tal había que tomárselo. Se apagaron las luces. Palomitas al suelo. Volvía a tener ocho años.

Comenzó el desfile de sirenitas de Victoria´s Secret, juro que hasta ese momento me había creído lo del progreso. Salvo esto, todo empezó ideal. Todo era igualito que antaño. Bueno, Ariel era más bella. Salió a escena el príncipe que se codea con el pueblo. Vamos a obviar que en esta versión es adoptado porque no he venido a hablar sobre esto. Los 3D ideales. Sí, sí…fenomenal. Espero. Espero. Espero. Silencio. A los de la fila de delante y a mi mente, ¡callaos! Que llega el verdadero amor de Ariel, el exterior.

Comienza Parte de él. Temazo. Himno de himnos. La Marsellesa infantil. Libertad y emancipación. Me la sabía, movimientos incluidos. Yo también la represento haciendo que toco el fuego. ¡Qué noche señoras, que noche!

Aparece Sebastian. No quiero divagar y salirme del tema que quiero tratar. Preciso, corto y concreto. Pero debéis saber que no me lo han puesto fácil porque en esta versión, riachuelos por los que navegar hacia aguas profunda, hay para ahogarse un rato. Al caso, todas las personas allí presentes cantamos “Bajo el mar”, obvio. ¿Quién no se sabe la letra que te incita a quedarte quietecita para no adentrarte en el mundo prohibido? Ariel se la sabía y yo también. Sebastian la disfrutó y yo con él. Esto último rima, como todavía lo hacía mi ilusión con la película.

No llega, no llega. Tranquila falta poco, me respondí a mí misma. La esperaba con ansia y devoción. A ella, a la más poderosa y embaucadora, a la Úrsula envuelta en tentáculos y maldad. Porque si existe un personaje malo, malísimo, uno que quiere hacerte algo peor que presentarte a la muerte, es aquel que te quiere robar uno de los bienes más preciados que tienes, tu voz. Entre líneas señoras. ¡¡Ahí está, ahí está!! “Pero pequeña y dulce niña…” ¡¡Vamos!!

“… Por fortuna conozco algo de magia, un talento que yo siempre poseí. Y últimamente no te rías, lo uso en favor de miserables que sufren depresión. Patético…” Sé que lo habéis leído cantando. La cabrona era mala. Pero oye, ese puntito de directiva de la industria farmacéutica le daba rollo. Pena que la mala siga siendo una bruja. En esta versión por lo menos es de la familia y su hermana no se llama Morgana. Que disgusto había sido. Ahí viene, ahí viene…

“…Los hombres no te buscan si les hablas, no creo que los quieras aburrir. Allá arriba es preferido que las damas no conversen, a no ser que no te quieras divertir. Verás que no logras nada conversando, al menos que los pienses ahuyentar. Admirada tú serás si callada siempre estás. Sujeta tu lengua y triunfarás…”

Pues me canté el párrafo entero sin darme cuenta de que lo estaba haciendo sola. Osea, ¿perdona? ¿La única parte que desvelaba la esencia de Úrsula me la quitáis?

El cincuenta por ciento de las fans consideraba esta parte una crítica mordaz al mundo exterior por parte de una mujer hecha a sí misma. El otro cincuenta, las que éramos más literales, lo veíamos como un pensamiento embaucador propio de una hija del sistema. Sea como fuere, lo han eliminado despedazando la esencia de Úrsula en añicos. ¿Entiendo por qué lo han eliminado? Puede ser. ¿Acepto que no lo hayan sustituido por alguna otra barbaridad adecuada a nuestro tiempo? No.

A Úrsula la han despojado de toda sombra y munición patriarcal. ¿Cuál es ahora la base de su inquina?  Sin semejante alegato, ese que de niñas impulsó nuestra rebeldía y ganas de cantar, nos quedamos sin villana. Espero que al menos, por respeto y compensación al hurto de su malignidad, le hagan un Maléfica. Porque mantenerla en un puesto obsoleto y vacío parece la tapadera perfecta para jugar al despiste y que, en pleno 2023, se siga sin notar que aquí el único que siempre olió a pescado podrido en esta historia, es Tritón.

Para mí, que soy muy dramática, todo lo que vino a continuación estuvo fatal. La gaviota, fatal. La interpretación de Tritón, fatal. La mala, fatal. Las buenas, todas misses. El besugo al que se van a comer, ausente. El príncipe, por desgracia, presente…

Han pasado dos semanas desde el estreno. Aquí sigo, cual abuela indignada, rosmando.

Y yo me pregunto ¿No sería mejor escribir nuevas historias? Relatos en los que las protagonistas, a las que tanto necesitamos, vivan aventuras con retos más directos y transparentes. Creo que sería una buena alternativa para que, a cambio de poder salir al exterior, no haya que firmar un contrato que se lleve ni nuestra voz, ni nuestra alma.

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