Desde dentro.

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Desde dentro. 1920 800 estadosdelinconsciente

Muchos diseñadores, y con diseñadores no solo me refiero a los que profesionalmente nos dedicamos a ello, sino también a los que en general diseñan sus vidas: Abogadas, enfermeros, fotógrafas, parados y paradas, científicas o mineros. A diario nos presentamos delante de un folio en blanco dispuestos a superar cualquier tipo de prueba o reto vital.

Pero de nada sirve abrir las ventanas, observar con autocomplacencia el exterior y gritar al viento que tenemos un mundo por diseñar y por el que sacar nuestro ser más creativo, si antes no hemos activado el proceso de ensayo-error con nosotros mismos.

Hemos interiorizado una lacra heredada basada en que en esta vida hay cosas para las que vales y cosas para las que no vales. Y yo, a día de hoy, sigo sin tener muy claro a que se refieren con esto de «valer».

Hay cosas con las que disfrutas y cosas con las que no. Y es que uno de los problemas de esta sociedad es que, sin entrar a analizar y valorar el por qué, no se fomenta la búsqueda interna de las habilidades y aptitudes que innatamente, una vez que las pones a prueba, van unidas al disfrute.

A pesar de esta falta de tutela, hay gente que tiene identificado el fervor que les reporta escribir, dibujar, cocinar, tocar el piano o escalar. E incluso algunos de ellos, han sido capaces de convertir sus pasiones en su profesión y poder sacarle rendimiento económico a parte del emocional. Pero hay una gran mayoría que, debido a esta falta de orientación, ni siquiera saben que es lo que les hace sentir libres, ni que es aquello con lo que podrían perderse durante horas sin llegar a advertir como corre el tiempo.

Hace poco, me reencontré con el poema « ¿Así que quieres ser escritor? » de Charles Bukowski. En él, el poeta, encuentra la manera más sencilla y seguramente más eficaz para poder encontrar cualquier pasión. Da igual cuan diferentes sean nuestras cualidades, habilidades, aptitudes y actitudes descubiertas o por descubrir. Todas ellas tienen un rasgo en común: Nacen desde dentro.

Sin duda no es tarea fácil llegar a reparar que es lo que nos mueve y seduce desde nuestro interior. Seguramente, son muchos los años vividos censurando esos sentimientos encerrados o sin tener conocimiento de que estaban ahí. ¿Pero acaso disfrutar no es la base del juego y por ende la base de cualquier nueva creación?

Dar el primer paso significa transgredir, romper y traspasar nuestro lado más racional. Acciones por las que hoy en día alguno se atrevería a llamarnos radicales. Pero en este caso, como somos los únicos transgresores y al mismo tiempo transgredidos, poco nos pueden reprochar.

Viviendo en un momento en el que reinventarse es la única solución a cualquier obstáculo y teniendo vía libre para poder comenzar la búsqueda puesto que ya nada nos podemos echar en cara, yo me pregunto, y a ti…

¿Qué te apasiona?

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