My special people club.

My special people club.

My special people club. 1920 1080 estadosdelinconsciente

Tras escribir la última entrada en el blog, necesité darle otra vuelta de tuerca al concepto de éxito y desmenuzar las posibles inseguridades y miedos que nos impiden evolucionar hacia él.

Nadando en la oscuridad, me encontré flotando entre viejos recuerdos en los que las protagonistas eran las relaciones interpersonales de una niña rara.

Podríais pensar que el problema estaría ambientado en la escuela, pero no. Tengo la grandísima suerte de recordar el colegio como uno de mis grandes refugios. La razón, lxs maravillosxs compañerxs que tuve. Porque, aunque a alguno de ellxs no le guste el calificativo –Chema, te prometí que lo diría- todos éramos un poquito nerds. Y es que todxs esxs niñxs empáticxs y compasivxs que faltaban en muchas aulas de E.G.B, se acabaron reuniendo en la mía.

La cuestión aparece cuando, fuera del núcleo de protección que habíamos creado, muchos de nosotrxs nos encontramos, sin buscarlo, embotados en situaciones crueles que hicieron tambalear nuestros cimientos en proceso de construcción. Algunxs dicen que gracias a ellas se convirtieron en personas más fuertes. Aunque tras varias conversaciones, creo que todavía no ha sido así para todxs.

Yo tenía ocho años y en pleno ataque de ansiedad –no era el primero, siempre fui muy de drama-, recuerdo reprocharme a mi misma la reacción cobarde que estaba teniendo.

Era la comunión de la hija de unos conocidos de la familia. La típica fiesta en la que los padres de la criatura abrían las puertas de su inmenso chalet a retoños de bien durante un fin de semana entero. Bandejas llenas de dulces, estanterías repletas de películas, infinitas horas de piscina y ausencia de toque de queda. Aquello prometía ser el fin de semana de mi vida. Hasta que tres pequeñas alimañas se apoderaron del control del grupo, y confundieron liderazgo con crueldad.

Ya siendo una niña, sabía perfectamente que alguien que necesita machacarte en público con esa energía tan chunga, tenía que ser infinitamente más desdichada y débil que yo. Pero en aquel momento, mi repelente capacidad de razonamiento no me sirvió absolutamente de nada -de hecho, creo que la misma capacidad para razonar era la que me solía meter en aquellos malditos fregados-.

Los que podían haber sido los tres días más felices de la temporada se acabaron convirtiendo en una cárcel sin salida.

Las situaciones que nos marcan, por insignificantes que ahora nos parezcan, si no conseguimos sanar la sensación de indefensión e impotencia, pueden reaparecer a lo largo de nuestra vida disfrazadas en forma de inseguridad o miedo. Circunstancias que tengan un ligerísimo parecido con lo vivido pueden hacernos sentir y comportarnos otra vez, de manera inconsciente, de la misma forma limitante.

Por lo que queridxs integrantes del Special People Club si, tras dedicaros un poquito de tiempo a analizaros, creéis que tenéis reminiscencias que provienen de otros tiempos, no os olvidéis de darle el lugar que se merecen a las emociones extraviadas. Creo que es la manera más completa y eficaz para cerrar algunos ciclos olvidados y poder realmente avanzar. Yo he puesto un sencillo ejemplo de la infancia, pero cuando digo tiempo pasado podéis empezar a contar desde ayer.

¿Qué se necesita para formar parte del club? Es sencillo. Haberte sentido alguna vez discriminadx, marginadx, indefensx o paria. Da igual si en consecuencia has sido cruel con otrxs, lo han sido contigo o ambas cosas.

En el club somos muchxs más de lxs que aparentamos, y sabemos que en el día a día aún nos queda mucho por hacer. Nuestra finalidad, tras el compromiso con nuestro yo del pasado, es conseguir que cada integrante de las siguientes generaciones sea más empático, asertivo, tolerante y libre que los de la nuestra. Solo así conseguiremos construir aquel mundo con el que tanto soñábamos.

Incluso tú, que todavía te agarras a eso de que siempre fuiste y sigues siendo alguien molón/a, sabes que también deberías pedir la solicitud, aunque firmes con un pseudónimo.

Todo el mundo se considera un marginado. Incluso cuando hablas con los chavales más populares del instituto, te dirán que también se sienten discriminados de algún modo.”

Todd Solondz

Pd.: Quiero dar las gracias a todxs lxs compis del colegio que con su paciencia y buen hacer ayer abrieron sus corazones y compartieron una avalancha de recuerdos en el grupo de whatssap. #soisloputomas

Gif: Welcome to the DollhouseTodd Solondz.

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