De la ventana para adentro.

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De la ventana para adentro. 1280 720 estadosdelinconsciente

Llevamos más de diez días de confinamiento y durante todo este tiempo no he parado de pensar sobre que tema escribir para poder aportar algo en esta situación.

En un principio se me ocurrió compartir ideas – como una confinada más – de iniciativas y actividades para llevar mejor estos días, pero esto era algo que ya estaba escribiendo para otros medios y tampoco quería entrar en un bucle espacio-temporal de repetición infinita. Así que, finalmente, vi la luz y eché la vista atrás hacia mis años como diseñadora.

A estas alturas creo que ya deberíamos ser conscientes de que vamos a pasar, de manera excepcional, una prolongada estancia en casa. Y esto, con el paso de los días, nos puede generar malestar, incomodidad y algunas dificultades. Pues bien, dicho lo anterior, ¿qué mejor idea que desempolvar libros y viejas carpetas con información sobre como nos influye el entorno con el objetivo de compartir aquello que podamos utilizar de la mejor manera posible en este nuevo día a día

Sin lugar a dudas, para llevar esta estancia de la manera más equilibrada y saludable posible – tanto física como mentalmente – hay multitud de actividades para realizar antes que tener en cuenta nuestro entorno. De hecho, en las redes se han volcado profesionales de distintas áreas –psicólogxs, fisioterapeutas, médicxs, nutricionistas, docentes, etc…- compartiendo información súper interesante y relevante para llevar mejor este encierro. Pero, pese a ello, no está de más ser conscientes de la influencia de lo que nos rodea para utilizarla a nuestro favor. Así que, ¡comenzamos!

Nota: No podría comenzar este escrito, sin mencionar La España encerrada. Un maravilloso artículo que leí en diario.es sobre como son las viviendas en las que estamos pasando la cuarentena. Os dejo el link para no pararme ahora en este tema que, aunque súper interesante, me llevaría a repetir y compartir la misma información.

¿CÓMO NOS INFLUYEN LOS ESPACIOS?

La psicología en el diseño de interiores es una rama de la psicología ambiental que se ocupa de estudiar la relación entre los diferentes tipos de ambientes y cómo estos afectan de manera anímica y conductual a las personas que habitan en ellos. Todo ello con el fin de trabajar a favor de las relaciones humanas y el bienestar emocional de las mismas.

NUESTROS CINCO SENTIDOS

Los seres humanos utilizamos continuamente nuestros cinco sentidos, hasta el punto que también lo hacemos mientras dormimos. 

Párate un momento a ver todo lo que tienes a tu alrededor. Incluso, si lo necesitas, haz un giro de 360º sobre ti mismx. ¿Lo tienes? Pues bien, todas las características de los elementos que nos rodean – cada color, textura, olor, sonido… – nos están enviando información sensorial que recoge nuestro cerebro. Y, una vez recibida la misma, emitimos una respuesta en consecuencia.

Toda esta información sensorial que nos envuelve a diario acostumbramos analizarla de manera selectiva, respondiendo de manera consciente a tan sólo una pequeña parte de ella.

Podríamos decir que la información que nos llega a través de nuestro sentido dominante es la que tiene mayor influencia emocional sobre nosotrxs. Pero, en general, todas nuestras experiencias se materializan a través de una mezcla y combinación de todos los estímulos.

Cada uno de nuestros sentidos contribuye de alguna manera a nuestra experiencia dentro de un lugar. (Morrin y Chebat, 2005)

CADA PERSONA, UN MUNDO

Ciertamente no todas las personas perciben de la misma manera. Si pensamos en los órganos que están en funcionamiento para cada sentido, nos daremos cuenta que una leve modificación en los mismo dará como consecuencia un cambio perceptivo. Existen personas daltónicas, o las que padecen una alteración en el olfato, el tacto o el oído. También están aquellas que tienen una mayor capacidad para recibir una mayor cantidad de información. Dadas esas circunstancias debemos tener en cuenta la subjetividad de las experiencias, puesto que la manera en la que las personas interpretan lo que sienten viene determinado por lo que su vida les ha enseñado que es significativo, importante, interesante, útil y deseable. Por estas razones hay que considerar que, a pesar de la posibilidad de hacer generalizaciones, cada persona es un mundo.

Resulta entonces que los efectos de nuestras experiencias sensoriales son aditivos; esto significa que tenemos que sumar las diversas influencias de cada una de nuestras sensaciones individuales para determinar nuestro estado psicológico final. Es imposible vincular una experiencia individual con una concreta puntuación numérica , pero podemos pensar en términos generales cómo nos influye.

ELEMENTOS DE SEDUCCIÓN

(El título es un guiño a mis ex alumnxs)

Ahora mismo, escribiendo esta entrada, me doy cuenta de lo tremendamente difícil que es tratar este tema en tan poco espacio sin banalizar, sin dejar de lado información básica y pertinente o ponerle asteriscos a las pinceladas que pueda aportar. Por esto he decidido referirme solamente a algunos efectos básicos y ejemplos anecdóticos elegidos al azar.

Nota: A quien le interese este tema y quiera tener acceso a más información o bibliografía, que me escriba.
  • LA FORMA DEL ENVOLTORIO

Pensemos ahora en las propiedades morfológicas del espacio en el que estáis. La altura que tiene, si os rodean líneas curvas o rectas, si tiene ventanas amplias o pequeñas, etc…

– Cuando estamos bajo techos altos, nuestra creatividad se estimula, asociamos mejor las ideas, adecuamos mejor nuestra postura corporal y, si estamos con mucha gente, tenemos menos sensación de masificación. Pero hay buenas nuevas para todxs. Los techos más bajos aportan una sensación de mayor protección y recogimiento, al mismo tiempo que favorecen las acciones de interiorización y da paz.

Las aristas y ángulos agudos en columnas o paredes son percibidas como un elemento agresivo por el cerebro. Los estudios de neuroarquitectura  han demostrado, a través de la realización de resonancias, que al estar frente a cantos agudos o puntiagudos se activa el área de la amígdala, relacionada con el proceso de miedo interno y de alerta ante un peligro. En cambio, las formas curvas y redondeadas nos resultan infinitamente más atractivas y nos aportan calma.

– El sencillo hecho de tener una ventana actúa, a través de la perspectiva, como un modo de ‘escape psicológico’ aportándonos sensación de confort. Este efecto aumenta si además tiene vistas a un paisaje natural con árboles, un jardín o un parque. Si no tienes esta opción, recuerda que los cuadros, los salvapantallas, los pósters con paisajes así como las plantas que tengáis por casa, producen el mismo efecto.

  • DECORACIÓN MODO ON

Soy consciente de que no estamos en condiciones de redecorar la casa, pero si te apetece emplear el tiempo en darle un toque nuevo con lo que tienes a mano:

Un ambiente rico en estímulos favorece la generación de nuevas conexiones neuronales. Las decoraciones con cuadros, fotos o frases, introducen elementos que mantienen ágil y joven el cerebro de sus usuarixs. La sorpresa es un factor muy estimulante por lo que, en este tiempo en casa, puedes cambiar algún mueble de sitio o cambiar los complementos (cojines, sábanas…) cada semana.

–  Introducir en casa elementos naturales como plantas y flores aporta bienestar. Está demostrado que disminuye el estrés, favorece la concentración, la productividad y el aprendizaje. La vegetación es siempre una buena elección para aportar salud y el equilibrio.

Un espacio ordenado es una buena base de tranquilidad y armonía. Cuando ves que se amontonan las cosas, nuestra mente interpreta que tiene obstáculos a su alrededor y tendemos a sentir confusión y sensación de caos. Por el contrario, si mantienes el espacio ordenado y limpio, es como si aclararas tus ideas. Un entorno armonioso y agradable promueve la secreción de hormonas relajantes y del bienestar, como la serotonina o la oxitocina. Si necesitas sentirte más serenx, ordena tu entorno.

  • LA IMPORTANCIA DE LOS COLORES

El color, es quizá una de las propiedades con una mayor influencia subjetiva de carácter cultural sobre nuestras emociones. Pero existen estudios que han comprobado que también nos afectan a nivel fisiológico.

Cuando pensamos en el color que habita nuestras viviendas, lo primero que se nos viene a la cabeza es el color de las paredes. Pero, en realidad, el color está en todas partes. Desde los materiales constructivos visibles, los textiles, el mobiliario o en los elementos de decoración. Aunque, sin lugar a dudas, a mayor superficie de color mayor influencia de éste.

– En general, los colores cálidos nos aportan un impulso de energía mental y física. Por lo que, al sentirnos más activxs, nuestro cuerpo interpreta que necesita más calorías y tendemos a tener una mayor sensación de hambre. Aunque el color rosa Pink Baker –sí, justo este tipo de rosa – nos la reduce drásticamente y nos aporta incluso mayor tranquilidad que el color azul.

– La combinación de colores complementarios nos hacen sentir más cómodxs y a gusto. Así que comienza a recopilarlos a tu alrededor.

– Cuando un espacio está decorado con sutiles variaciones de un mismo color, obtenemos un efecto relajante. Pero ¡ojo!, excepto si el color de las variaciones es el blanco o el beige, que nos tensiona. En este caso, estos días puedes introducir todo lo que hayas recopilado del apartado anterior.

– Cuando no encontramos los colores más oscuros en el suelo, los medios en las paredes y los más claros en el techo, nos estresamos mucho. De hecho, lxs diseñadorxs de naves espaciales, aseguran que el suelo de la nave es oscuro para que, lxs astronautas que están en ingravidez, puedan sentirse segurxs y orientarse de la misma manera que lo harían en la tierra.

  • LUZ, DIVINO TESORO

La iluminación ejerce una gran influencia tanto en los ritmos biológicos (ciclo circadiano) como en las respuestas emocionales, es decir, aquellas capaces de cambiar la modalidad operativa del sistema cognitivo del ser humano. Al mismo tiempo, y a través de sus cualidades, su intensidad, y su distribución, crea condiciones específicas que influyen sobre nuestra percepción.

– Es importante tener en cuenta que la prolongada ausencia de luz natural aumenta nuestros niveles de estrés llegando a producir depresión. Por esto os invito a dejar entrar en casa la mayor cantidad de iluminación natural posible.

– Aquellos espacios donde la iluminación consta de luz blanca cálida nos ayudan a memorizar mejor, al igual que a resolver de manera más ágil problemas a corto plazo. Sin embargo la luz con componentes azules, nos vuelve más irascibles pudiendo suprimir la producción de melatonina y, de este modo, tener un impacto negativo sobre el sueño durante la noche.

– Podemos crear un ambiente relajante, haciendo que los niveles de intensidad de luz sean bajos (300 lux). Por el contrario, podemos convertirlo en un espacio energizante cuando éste posea una intensidad de luz elevada (700 lux). Para tener una pequeña idea de por donde nos estamos moviendo, la luna llena está a menos de 1 lux, el crepúsculo a 11 lux y el sol radiante a 10.000 lux.

– Si lo que quieres es tener menos jaleo o alboroto en casa, sobre todo a última hora del día, es interesante tener en cuenta que cuando los niveles de luz son bajos, tendemos inconscientemente a mantener conversaciones íntimas y a hablar en voz baja.

  • DISTRIBUCIÓN

La distribución de un espacio es uno de los factores que más influencia tienen en la conducta e interacción de las personas. No me voy centrar ahora en los tipos de distribución ni en sus efectos, ya que por tema de paramentos fijos, dimensiones, cantidad de mobiliario o por las distintas necesidades de la experiencia de usuario que existen en cada vivienda, es probable que en muchos casos hubiese que hacer obra o adquirir mobiliario nuevo. Pero…

– ¿Se ajustan las estancias de tu vivienda a tus nuevas necesidades en el confinamiento? Si tienes habitaciones de sobra, puedes habilitar alguna de ellas como lugar para tu nuevo “gimnasio”, sala de meditación o despacho. Si vives en un estudio donde la única separación es la del baño, puedes crear rincones que te sirvan para estas nuevas actividades. Lo importante en este caso es que realices actividades de ocio, trabajo y cuidado personal –por ejemplo- en rincones distintos. De esta manera cuando asocies una actividad (como por ejemplo trabajar) a un rincón, cuando salgas del mismo puedas desconectar más fácilmente.

Sin lugar a dudas esto no es más que una breve pincelada de un tema que puede llegar a alcanzar mucha más enjundia que lo que se puede llegar a ver a través del teleobjetivo de James Steward en La ventana indiscreta.

En cuanto nos demos cuenta, ya estaremos de nuevo entrando y saliendo de casa con normalidad. Saldremos a pasear, quedaremos con lxs amigxs, iremos de compras…

Para cuando llegue ese momento, y sabiendo de la influencia que pueden tener los espacios en las personas, os animo a reflexionar sobre la existencia de técnicas de diseño que tienen por finalidad empujarnos a hacer, sentir y elegir en nuestro día a día. Porque ser conscientes de que existen, como usuarios y clientxs, nos hace un poquito más libres. Y como diseñadorxs, nos permite tener en nuestras manos un conocimiento que, a la hora de ponerlo en práctica, nos obliga a tener claro como es el mundo que queremos crear.

Para quien le pueda interesar el tema, puede seguir leyendo Técnicas del mal, ¿Técnicas del capital? Un artículo que escribí hace ya algunos años sobre el empleo de estas técnicas en el sector comercial.

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